En el verano 2013 decidimos ir cuatro días a Andorra. A pesar de que es popularmente conocido como un destino de invierno, Andorra también es un buen destino para ir en verano. Ideal para evadirse del calor sofocante de la ciudad, hay un montón de actividades. ¡El aburrimiento no tiene lugar aquí!
Sábado, 3 de agosto
Salimos por la mañana hacia Andorra. El viaje fue bastante bueno y llegamos sobre las tres de la tarde a nuestro hotel, Anyos Park en La Massana.
Después de descansar un poco y estar un rato en el hotel nos fuimos a Andorra la Vella, que se encuentra a pocos minutos en coche. Paseamos por la famosa Avenida Meritxel, llena de tiendas de conocidas marcas y con mucho ambiente, probablemente porque era sábado por la tarde. Callejeamos y entramos a un montón de tiendas; acabamos muy cansados. Cenamos en un bar del centro antes de volver al hotel.
Domingo, 4 de agosto
Al día siguiente por la mañana nos fuimos a visitar el pueblo de La Massana.
Como buscábamos ver los preciosos paisajes de montaña, cogimos un funicular que nos llevó a la estación de esquí de Vallnord. Cuando fuimos había una promoción en la que en el precio nos incluía los dos trayectos del funicular y además un bono para comer en un restaurante de la estación.
Fue un acierto el ir ya que las vistas eran espectaculares. Nos hicimos muchas fotos y lo pasamos muy bien. Es un lugar perfecto para pasar el día, sobre todo para los amantes del los deportes, que tienen un montón de actividades para hacer.
Después de comer nos fuimos al hotel y la tarde la dedicamos a disfrutar de las instalaciones del hotel: jugamos al padel, nos bañamos en la piscina exterior (que estaba congelada) e interior (calentita y muy agradable), y por último estuvimos en el spa.
Lunes, 5 de agosto
Pasamos el día en Naturlandia, un parque de aventuras situado en La Rabassa. Destacar que para llegar tienes aproximadamente 8 kilómetros de curvas pues Naturlandia está a unos 1500 metros de altura. También tiene un parque de animales que se encuentra a 2000 metros de altura.
En Naturlandia lo primero que hicimos fue subir al Tobotronc, el tobogán más largo del mundo (5,3 km). A mis hijos les encantó aunque yo he de confesar que pasé bastante miedo. Después hicimos un recorrido en quad, el cual estuvo bastante divertido. Con la entrada al parque te incluye muchas actividades, lo que está muy bien. Entre ellas el alquiler de bicicletas. Había tres recorridos de diferente dificultad por la montaña. Mis hijos decidieron probar con el fácil (mientras mi marido y yo paseábamos por la zona).
Por la tarde fuimos al parque de animales (la entrada era aparte). A las 4 había una actividad en la que dabas de comer a los osos y te explicaban todo aquello.
Estuvo muy curiosa; lo único que acababa a las seis de la tarde y no la terminamos. Decidimos dar una vuelta por nuestra cuenta al final e ir a ver a los animales de granja. ¡Incluso pudimos entrar a tocarlos!
Martes, 6 de agosto
Dedicamos por la mañana a ir de compras a Andorra La Vella (aunque no compramos casi nada) y aprovechamos también para comer.
Por la tarde fuimos al famoso balneario de Caldea, donde estuvimos casi hasta la hora de cenar. Al coincidir con las vacaciones de verano, había mucha gente. Las instalaciones son impresionantes. Lo más destacable es la piscina en forma de río que te permite salir al exterior sin tener que salir del agua. Por dentro no es tan grande como me esperaba. A pesar de que la entrada es algo rara, si tenéis la oportunidad os recomiendo ir.
Aprovechando que teníamos el coche aparcado en el centro comercial Illa que está muy cerca de Caldea, cenamos allí.
Miércoles, 7 de agosto
Nos levantamos pronto y nos despedimos de Andorra y nos dirigimos a Mataró, un pueblo costero cerca de Barcelona para descansar unos días de la actividad de Andorra.
Si buscas un destino de montaña para pasar tus vacaciones, con Andorra acertarás seguro, un lugar que conserva el mismo encanto en invierno y en verano.