Nos apetecía pasar un fin de semana anti-estrés, en un lugar cómodo y relajado donde tuviéramos todas las necesidades cubiertas (régimen de pensión completa). Además no queríamos que estuviera muy lejos de Valencia para no tener que hacer muchos kilómetros. Por eso decidimos alojarnos en el hotel Albir Playa Hotel & Spa en la localidad de Albir (Alfaz del Pi), que se encuentra entre Altea y Benidorm.
Llegamos sobre las 11:30 de la mañana, con lo que nuestras habitaciones aún no estaban disponibles (todavía era un poco pronto), así que dejamos el equipaje en consigna y nos directos fuimos a la playa.
Ésta se encuentra más o menos a 10 minutos del hotel. Aunque hacía demasiado frio para bañarse (fuimos a finales de septiembre), nos mojamos un poco los pies. Eso sí, la playa era de piedras así que no era el lugar ideal para pasear por la orilla. Al estar nublado, el agua no estaba en su mejor momento, pero en días de verano seguramente esté muy bien.
Seguidamente nos volvimos al hotel y fuimos a la piscina. Yo me bañé (había ido ya con la mentalidad de bañarme), aunque tengo que reconocer que el agua estaba bastante fría así que no duré mucho en el agua. Descansamos en las tumbonas más o menos hasta las 12,45 que nos dieron las habitaciones.
Sobre la 13:15 bajamos a comer, donde la comida era de buffet libre. El servicio fue muy correcto y la comida era bastante buena y abundante.
A continuación nos fuimos a descansar a las habitaciones y sobre las 16:30 bajamos al spa, realizamos el “Circuito Spa” cuyo precio es de 22 euros por persona, pero al estar alojados en el hotel nos hicieron un precio reducido de 18 euros por persona. Incluye servicio de toalla y unos calcetines de latex, además de que dispones de servicio de taquillas para guardar la ropa y aseo a la salida.
El “Circuito Spa” me gusto mucho y lo disfrutamos al máximo pues había muy poca gente. Constaba de una ducha, pediluvio, cúpula de nebulización, piscina de contracorrientes, camas de burbujas, piscina temática, cuellos cisne, cascada, volcán, tornado jet, aeromasaje, hidromasaje, asiento acuático relax, jacuzzi, sauna finlandesa, pileta fría, terma romana, baño turco, ducha escocesa, fuente hielo, tumbonas relax, chimenea y terraza wellness. En definitiva, muy completo.
Luego subimos a la habitación y más tarde fuimos a cenar. Coincidió que en el hotel había una boda, lo cual hizo que en el hall hubiera bastante gente, pero esto no supuso un incordio; al contrario, fue toda una distracción.
Luego de cenar nos sentamos en el balcón de nuestra habitación (que era bastante grande) y jugamos unas cuantas partidas de dominó.
Al día siguiente disfrutamos de un completísimo y buenísimo desayuno y regresamos tranquilamente hacia casa. De regreso aprovechamos para hacer una parada en Calpe para ver el Peñón de Ifach. Una manera de pasar un fin de semana diferente sin tener que hacer muchos kilómetros.